
23 Jun La traducción automática nos va a reemplazar
¿Sabes que la traducción automática se inventó en los años 50 y que, desde entonces, se ha dicho muchas veces que iba a sustituirnos? ¿Quieres saber cuándo sucederá eso realmente? Sigue leyendo.
Esto de la traducción automática no es algo nuevo.
Muchos piensan que lo ha inventado Google.
Pero ¡qué va! La tecnología de traducción por ordenador tiene cerca de 70 años.
En todo este tiempo, muchas veces se ha dicho que pronto conseguiría sustituir a los traductores humanos. Pero, aquí seguimos.
¿Quieres conocer su historia? Es posible que te ayude a entender mejor este fenómeno.
Miedo a los rusos
La traducción automática comienza a desarrollarse en los Estados Unidos en los años 50 del siglo pasado por encargo del departamento de defensa estadounidense. En aquel momento, los Estados Unidos estaban en plena guerra fría con la Unión Soviética.
El caso es que los militares estadounidenses, muy preocupados por averiguar si los rusos estaban planeando un ataque a su país, necesitaban traducir rápidamente las comunicaciones interceptadas al enemigo y averiguar así si existía alguna amenaza potencial.
Para agilizar el proceso de traducción de dichas comunicaciones encargaron a un profesor de la universidad de Georgetown, el profesor Dostert, y a un grupo de científicos de IBM, la compañía informática puntera del momento, que desarrollasen un sistema para traducir de forma rápida y automática cualquier texto o comunicación desde el ruso al inglés (aunque la explicación oficial del proyecto fue que se diseñó para fomentar la paz y la hermandad entre los pueblos).
El primer superordenador
Los técnicos de IBM, que contaban con un gran presupuesto, habían construido en 1952 uno de los ordenadores más potentes del momento, el IBM 701 apodado “the Brain” (el cerebro), que trabajaba principalmente para el ejército.
Hoy nos produciría risa verlo, pues el ordenador ocupaba una habitación entera y trabajaba con tarjetas perforadas. Pero en aquel momento era lo máximo. Aquí tienes una foto.
Así que, pusieron a trabajar al “cerebro” y a todo un equipo de científicos y académicos en el proyecto para crear un sistema de traducción automática.
Lo cierto es que consiguieron notables avances en muy poco tiempo. Tan notables, que el 7 de enero de 1954 convocaron una rueda de prensa en Nueva York para contarle al mundo entero que esto de la traducción automática estaba casi resuelto.
La predicción (literal) del profesor Leon Dostert fue que:
En un plazo de cinco, o tal vez tres años, la conversión de significado interlingüístico por medio de procesos electrónicos en áreas funcionales importantes de varios idiomas puede ser un hecho consumado.
Es decir, que si el profesor Dostert hubiera acertado, los traductores humanos deberíamos haber desaparecido del mapa allá por el año 1959 o 1960.
Para que veas que no nos lo hemos inventado, puedes leer la nota de prensa aquí.
El problema de las predicciones
Por suerte, parece que no acertó. De hecho, nuestra profesión está más viva que nunca y cada año las estadísticas oficiales de empleo de diferentes países indican que es una profesión en auge.
Las predicciones tienen varios problemas:
- Los seres humanos somos malísimos prediciendo el futuro. O somos extremadamente optimistas o somos increíblemente pesimistas, pero casi nunca acertamos. Que se lo pregunten a George Orwell con su novela “1984”. O, si te gusta el cine, tal vez conozcas “2001 Odisea en el espacio” de Stanley Kubrick o “Blade Runner” del director Ridley Scott (ambientada en 2019), dos iconos del cine de ciencia ficción. ¡Dónde han quedado ya esas fechas! Y ninguna de sus profecías se ha cumplido.
- Las predicciones “interesadas” suelen fallar más todavía. No es raro que algunas personas confundan sus deseos con la realidad y traten de pintar un futuro acorde con sus aspiraciones. Es decir, predicen lo que les gustaría que sucediera. Como, tal vez, le pasó al profesor Dostert y como es posible que les pase a muchos de los gurús, y al mismo tiempo promotores, de estas tecnologías.
- Casi nadie responde de sus predicciones cuando se equivoca. Predecir el futuro sale prácticamente gratis.
Por esto te sugerimos que no creas ninguna predicción sobre el futuro. Tampoco las nuestras.
En conclusión
No queremos decir que la traducción automática sea mala, pero sí considerablemente inferior en la calidad a la de un traductor humano experimentado y especializado.
No decimos que no haya avanzado mucho desde su nacimiento. Aunque, después de 70 años de desarrollo ya podía estar en una fase más avanzada. Cualquier otra tecnología con la que se compare ha evolucionado mucho más en ese mismo período de tiempo.
Tampoco decimos que no sea un gran avance y una herramienta muy útil en muchos aspectos. Y seguro que seguirá avanzando (o no) y nos ayudará mucho a todos (o no).
Lo que queremos decir es que somos muy malos prediciendo el futuro y, por lo tanto, no te recomendamos que creas a los que dicen que la traducción automática nos va a reemplazar pronto. Llevan diciéndolo desde 1954.
Quién sabe si eso llegará a ocurrir algún día. Tal vez sí, o tal vez no. Nosotros no lo sabemos.
De lo que estamos seguros es de que no vale la pena tomar la decisión de no intentar trabajar en una profesión como esta solo porque algunos “sabios” digan que no tiene futuro. A lo mejor pasan otros 70 años antes de que seamos sustituidos y te podría dar tiempo a jubilarte en ella.
O no, quién sabe.

ALEJANDRA ADELA RUBIOLO
Posted at 02:01h, 01 julioMuchisimas gracias por tanta ayuda y tantos conocimientos compartidos!