Hoy nos toca dar las gracias a nuestros alumnos

Teníamos prevista otra entrada para hoy, pero nos ha hecho tanta ilusión que Blanca, una antigua alumna del curso de Traducción Jurídica, publique una reseña de nuestro curso en su bitácora, que hemos cambiado el plan.

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Los que seguís este blog sabéis que llevamos algo más de dos años metidos en varios proyectos de formación.

A todos ellos llegamos, además, por casualidad y sin buscarlos.

Poco a poco, la formación a distancia y la presencial se han ido convirtiendo en una parte importante de nuestro trabajo. Cosa que nos da mucha alegría.

Pero, más allá del aspecto económico, enseñar nos da una cantidad de alegrías y recompensas que no son tan frecuentes en nuestro trabajo como traductores.

Aunque siempre hay excepciones, y tenemos clientes de traducción estupendos que nos dan las gracias y a veces nos felicitan por un trabajo bien hecho, lo normal es que una vez que entregas el documento no sabes mucho más del cliente. Lo que, por otro lado, suele ser buena señal.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con nuestros alumnos. Mantenemos el contacto con bastantes de ellos, o conectamos por redes sociales, y muchos nos escriben al terminar los cursos y nos dicen cosas tan bonitas como las de estas alumnas:

«Tengo que decirte que me ha parecido un curso fantástico, completo, muy amplio y muy, muy interesante. Toca muchos temas que en Derecho no se ven, y la comparación entre nuestro sistema y el anglosajón me parece curiosa; las diferencias son tan grandes que me “pica el gusanillo” y me apetece saber más. Eso es lo bueno de vuestros cursos: siempre te quedas con ganas de ir un poco más allá, de seguir aprendiendo. En fin, que gracias. Me habéis devuelto las ganas de ponerme otra vez a estudiar, y de aprender cosas tan nuevas como las que ofrecéis». Beatriz Arechederra.

«Les felicito por el curso. La verdad es que ha sido muy interesante y he podido estudiar muchas cosas que en la carrera solo vimos por encima o ni siquiera eso. Espero poder seguir con la traducción jurídica, porque cada vez me gusta más».Eloísa Rodríguez.

Saber que nuestros alumnos disfrutan, que aprenden cosas nuevas y que se ilusionan por el mundo de la traducción es una satisfacción tan enorme que resulta difícil de expresar con palabras. Y siempre, siempre, recibimos mucho más de lo que damos. En fin, vamos a dejarlo aquí, que nos estamos poniendo demasiado sentimentales.

Os dejamos con la entrada de Blanca H. Pardo:

Reseña del curso de Traducción Jurídica y Económica.

Ah, por cierto: ¡muchas gracias, Blanca!


 

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