Cuidado con los atajos

¿Alguna vez has tenido la tentación de tomar atajos en tu carrera profesional? Aunque algunos los presenten como la solución a todos tus problemas, no te lo creas. No es oro todo lo que reluce.

¿A quién no le gustan los atajos?

Son una maravilla. Sobre todo si se trata de salir del Ikea.

Algo se activa en nuestro cerebro cuando nos ofrecen un atajo, es decir, una solución rápida y sencilla a algo complejo.

Lo saben muy bien quienes se dedican al copywriting, pues los usan continuamente en sus mensajes.

Sin embargo, tomar atajos para resolver problemas no suele funcionar.

La fórmula (mágica) del éxito

Hace poco asistimos a una conferencia curiosa. El orador presentó una fórmula segura para triunfar en la traducción con poco esfuerzo y en poco tiempo (a pesar de que no se dedicaba a la traducción, según él mismo confesó).

Argumentaba, a grandes rasgos, que lo mejor era acceder al mercado de los clientes premium: los que pagan buenas tarifas y no se fían de la IA para traducir. Hasta aquí todo bien. Estamos de acuerdo. Pero luego explicó que para acceder al mercado premium hay dos caminos:

  1. convertirnos en auténticos expertos en la materia que traducimos (el camino largo y difícil); o
  2. identificar los verdaderos problemas del cliente premium y presentarnos como la solución a esos problemas (el camino que recomendaba por ser más rápido y sencillo).

La charla era muy convincente y estaba muy bien construida. Te iba guiando hacia una conclusión lógica: es mucho mejor y más sencillo identificar los verdaderos problemas de los clientes premium y ofrecernos como la solución a esos problemas (lo cual lleva menos tiempo) que intentar convertirnos en un auténtico experto/a en solucionar esos problemas (lo que lleva mucho tiempo y esfuerzo; esto lo recalcó varias veces).

Ahí estaba: El atajo. Perfecto, claro, sencillo, brillante. 🤩

Si lo piensas un poco

Sin embargo, el atajo que nos presentó, aunque muy atractivo, tenía y tiene (como todos los atajos) muchas lagunas que aparecen en cuanto te paras a pensar un poco en ello. Por ejemplo:

  1. ¿Cómo puedo identificar esos problemas de fondo de los clientes premium si no soy un experto/a en la materia?
  2. ¿Me los invento? ¿Les pregunto abiertamente a ellos? ¿Me dirán la verdad si no me conocen de nada?
  3. Suponiendo que los descubra (lo que también me llevará tiempo), ¿Cómo los podré resolver si no soy un experto/a y me da pereza dedicar el tiempo necesario para llegar a serlo?
  4. Si de verdad son problemas serios por los que están dispuestos a pagar un buen dinero ¿no necesitarán una persona experta de verdad para resolverlos? ¿Los puede resolver cualquiera? ¿También yo, que no lo soy?
  5. ¿O solo tengo que presentarme como “la solución” y luego ya, si eso, contrato a alguien para que los solucione?

Nada de esto quedaba muy claro en su presentación.

El problema de tomar atajos

El problema de tomar atajos en la vida profesional es que… no llegas a ninguna parte. Los atajos te llevan a un punto muerto, un callejón sin salida, un cul de sac, dead endO, peor aún, a un precipicio por el que te puedes despeñar. Porque al final del atajo no hay nada.

Los problemas complejos son caminos que debemos recorrer despacio, paso a paso, con esfuerzo y sin tomar atajos. El éxito en nuestra profesión no se consigue con atajos y sí con mucho esfuerzo y mucha especialización. Solo así es posible triunfar en la traducción y en cualquier otra actividad.

Pero ¡quién sabe! Igual nos equivocamos. O, tal vez, tenemos una visión sesgada porque llevamos en esta profesión varias décadas y todo lo que hemos conseguido nos ha costado mucho tiempo y esfuerzo. A lo mejor es que no conocíamos “el atajo”.


Si decides formarte con nosotros en nuestros Diplomados no encontrarás atajos ni fórmulas mágicas. Una formación de primera sí, pero que tendrás que estudiar dedicándole tiempo y esfuerzo. 👇

>> Diplomado en traducción médica Pablo Mugüerza

>> Diplomado en traducción jurídica y financiera

👆 Este es el camino largo. Pero si lo recorres, podrás convertirte en una verdadera experta y acceder a ese mercado tan deseado de los clientes premium. Con atajos no. Comenzamos en julio. Reserva ya tu plaza.

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