5 cosas que debes saber sobre el inglés jurídico

Si estás leyendo esta entrada seguro que te interesa el inglés jurídico, incluso es muy posible que lo utilices con frecuencia en tu trabajo. Te habrás dado cuenta de lo complejo que es, lo enrevesadas que son sus frases y lo enigmático de algunos de sus términos. Todo esto son cosas evidentes que es fácil detectar, basta con leer un par de párrafos de cualquier texto jurídico redactado en inglés. Pero, además de estas dificultades evidentes, el inglés jurídico encierra otras muchas menos aparentes, pero igual de peligrosas que pueden hacernos tropezar si no las conocemos. Y, puedes creernos, la caída es bastante dura.

5 cosas sobre inglés jurídico II

Como traductores especialistas en este campo estamos acostumbrados a ver textos jurídicos terriblemente mal traducidos al español, y otros muchos bien traducidos en general, pero que fallan en cuestiones complejas. La mayoría de las veces, los errores no se deben a la falta de competencia del traductor, si no a la poca familiaridad con este lenguaje y al desconocimiento de algunas de sus trampas más frecuentes.

En esta entrada vamos a ocuparnos de mostrarte algunas de las características más importantes del inglés jurídico y las dificultades —evidentes y no evidentes— que nos plantea tanto a juristas como a traductores. Conocer a fondo estas cuestiones te servirá para reconocer mejor las dificultades de un texto jurídico redactado en inglés y para sentirte más seguro a la hora de entenderlo e interpretarlo.

Éstas son algunas de esas características que acabamos de mencionar:

  1. Lenguaje de especialidad.
  2. Carácter conservador.
  3. Empleo frecuente de tecnicismos.
  4. Estilo extremadamente formal.
  5. Empleo de la voz pasiva.

1. Lenguaje de especialidad

El inglés jurídico (Legal English) es lo que se denomina un «lenguaje de especialidad», es decir, un subconjunto del lenguaje utilizado por un determinado grupo de profesionales —en este caso, los abogados y los juristas de los países de habla inglesa— en sus comunicaciones habituales. Como tal lenguaje de especialidad presenta ciertos problemas que lo hacen oscuro y difícil, incluso para aquellas personas que dominan el idioma.

2. Carácter conservador

Como bien apunta Anabel Borja Albi, el lenguaje jurídico es «extremadamente conservador frente al carácter dinámico de otros tecnolectos [como el lenguaje económico-financiero] en los que los continuos y rápidos avances tecnológicos obligan a crear nuevas palabras y formas de expresión para denominar los nuevos conceptos».

3. Empleo frecuente de tecnicismos

Otra de las principales dificultades que presenta el inglés jurídico es el empleo de los tecnicismos. Los juristas anglosajones, como los de cualquier país y profesión, están acostumbrados a manejar una serie de conceptos que tienen una especial trascendencia dentro de dicho lenguaje y que se denominan tecnicismos.

Cuando hablamos de tecnicismos en el lenguaje jurídico nos referimos a conceptos con un especial significado doctrinal que habitualmente resulta desconocido para quienes no están familiarizados con dicho campo de actividad profesional. Los tecnicismos actúan como frases cortas o atajos que los hablantes de dicho lenguaje utilizan frecuentemente para incluir conceptos de uso corriente entre los participantes en dicho campo de la práctica jurídica (Waivers, Representations and Warranties, Indemnity, etc.). Su especial significado y sus connotaciones hacen que deban emplearse dentro del contexto adecuado y de la forma correcta.

4. Estilo extremadamente formal

En cuanto al estilo de redacción, cabe decir que el inglés jurídico suele plasmarse en textos extremadamente formales, con un registro cultural elevado donde aparecen también muchos términos que, sin ser tecnicismos, son poco frecuentes en el lenguaje corriente. Este registro se caracteriza, además, por el empleo de frases muy largas, con muchas oraciones yuxtapuestas que hacen difícil su lectura. Observa esta frase con atención para que veas a qué nos referimos. Es un párrafo extraído de una sentencia de un tribunal inglés:

What was necessary, it seems to us, was for the judge, in the course of the summing-up, looking at it as a whole, to put before the jury the respective cases of the Crown and of the defence in such a way that, given the findings and the uncertain state of medical knowledge, the jury understood that they could only convict if they were sure that the appellant had shaken Z in the way alleged.

5. Empleo de la voz pasiva

No podemos olvidar el uso y el abuso de la voz pasiva que se hace en este lenguaje, como puedes observar en este ejemplo, sacado también de otra sentencia:

As a result of correspondence emanating from a journalist employed by TNL, an investigation by the Directorate of Professional Standards (“DPS”) of the MPS into allegations of corrupt practice said to have been committed by the claimant was commenced. As a consequence of the investigation, the claimant was removed from the Extradition Unit from 28 April 2006 until December 2006. On 2 December 2006 the report of the investigation was completed

Con esta pequeña introducción a la jerga de los juristas —eso que con cierto aire despectivo algunos llaman legalese— te habrás dado cuenta de que hay mucho que estudiar y mucho que aprender. Si te interesa el inglés jurídico, permanece atento al blog: tenemos mucho que contarte en las próximas semanas.

4 Comments
  • Katherine
    Posted at 19:48h, 30 junio Responder

    Mil gracias por crear este blog!! Soy secretaria y a veces atiendo cartas o memos de terminos juristas para mi jefe, y sus explicaciones me estan resultando muy utiles.

  • Jenny
    Posted at 00:49h, 16 agosto Responder

    Excelente aporte. Saludos desde Apure-Venezuela

  • Manuel Esteban Pelaez Chuquino
    Posted at 14:00h, 08 septiembre Responder

    Buenos días me fue de mucha utilidad para el curso que tengo Lenguaje Jurídico.

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