
22 Ago Me gusta la jurídica, pero no estudié casi nada en la universidad ¿qué debo hacer?
¿Quieres dedicarte profesionalmente a la traducción jurídica, pero sientes que no tienes una buena preparación? ¿En la universidad te enseñaron muy poco o nada de esta disciplina y necesitas aprender más? Has llegado al lugar adecuado. Hoy vamos a contarte cómo salvar esta dificultad.
Me encanta la jurídica y quiero dedicarme a ella. Pero acabo de terminar mis estudios de traducción y siento que no tengo la preparación necesaria.
En la universidad vimos muy poco o nada de jurídica y este tipo de textos todavía me causan una gran inseguridad.
¿Qué debo hacer?
Varias veces al año tenemos la suerte de impartir clases o talleres presenciales a estudiantes de traducción.
Entre las personas que asisten a estas clases y que acaban de terminar (o están a punto de hacerlo) alguien plantea siempre esta cuestión.
Por eso, hoy queremos responderla con todo detalle en esta entrada.
Si ese es tu caso, sigue leyendo.
Estudios de traducción
Al comenzar los estudios de traducción pocas personas saben realmente lo que se van a encontrar. Es habitual comenzar con muchísima ilusión, pero con muy poca información.
Si normalmente se dispone de poca información sobre los estudios, menos aún se tiene sobre las posibles salidas profesionales o las diferentes especializaciones de este oficio.
Algunos profesores se esfuerzan por que sus alumnos conozcan algunos de los campos en los que podrán trabajar cuando terminen, pero siempre hay otros que no se esfuerzan tanto.
Por otro lado, es muy difícil que en 4 años de estudios se pueda enseñar a alguien a traducir, a conocer la profesión y, además, a profundizar en sus diferentes campos de especialidad.
El resultado es que muchas personas terminan sus estudios de traducción sin saber a qué campo quieren dedicarse o, si lo saben, no disponen de la preparación específica y necesaria.
Es normal. Es muy difícil hacer todo eso en unos pocos años de estudios.
¿Para qué sirve entonces todo lo que he estudiado?
Aunque no te des cuenta, has aprendido un montón de cosas. Puede que en este momento no lo valores, pero lo harás más adelante.
Cuando termines tus estudios habrás aprendido a traducir. Sabrás reconocer problemas lingüísticos que tal vez no supieras ni que existían. Habrás mejorado la gramática de tu lengua A y con suerte, también la de lengua B y C.
En definitiva, tienes unos estudios, una base y un título. Ahora tienes que hacerte una profesión.
Lo fácil ya ha terminado, ahora hay que abrirse camino en el mundo profesional. Y para esto no hay temario, ni lecciones, ni apuntes. Es una oposición que cada uno debe superar por su cuenta y a su manera.
Aunque puedes encontrar un buen preparador.
Nosotros pensamos, además, que la misión de la universidad es, precisamente, esa: dar la base y la formación generalista necesaria para que luego cada persona recorra su camino.
Los másteres de traducción
Muchas universidades ofrecen sus propios másteres de especialización para completar su oferta formativa y así, de paso, ganar algo más de dinero.
Aunque algunos están bien (pocos), la mayoría no merecen la pena. Además, vemos varios problemas con estos programas. Primero, que son bastante caros para lo que ofrecen y, segundo, que en realidad están poco especializados.
Algunos profesores recomiendan a sus alumnos hacer alguno de estos másteres al terminar los estudios. Nosotros, sin embargo, no creemos que sea la mejor idea, salvo que se trate de uno muy especializado.
Aun en ese caso, pensamos que el momento idóneo para hacerlo es un poco más adelante, tal vez cuando ya tienes 3-4 años de experiencia profesional y una idea bastante clara de a qué disciplina te vas a dedicar. En ese momento puede que la inversión merezca la pena.
Embarcarse en uno de estos programas nada más terminar los estudios universitarios puede servir para retrasar lo inevitable, que es enfrentarte al mundo laboral. Pero no evitarás que llegue ese momento y, además, puede que te gastes mucho dinero con pocos resultados.
Lo mejor es empezar poco a poco
Nuestra recomendación es siempre la misma.
Primero, trata de empezar a traducir. Busca tus primeros clientes, tropieza con los primeros problemas y comete tus primeros errores. No sufras, los vas a cometer de igual modo, así que, cuanto antes mejor. Todos hemos pasado por eso.
Cuando tengas un poquito de experiencia y algún dinerillo ahorrado busca un curso algo más breve, de tres o cuatro meses de duración y que puedas hacer preferentemente a través de Internet (en línea).
Como has empezado hace poco no tendrás todavía mucho trabajo y podrás compaginarlo con el estudio. Así también podrás ir practicando al tiempo que vas aprendiendo.
No te gastes una fortuna. Busca un curso que tenga un precio razonable o que puedas pagar en varios meses. De esta forma podrás invertir algo de lo que vayas ingresando con tus traducciones sin quedarte con los bolsillos vacíos o tener que pedirles dinero a tus padres. Eso te dará una sensación de independencia y libertad que, créenos, es muy enriquecedora.
Elige un programa de formación a distancia que tenga relación directa con la especialidad que te gusta. Así podrás comprobar que es eso lo que querías.
Confirma que quienes lo imparten son traductores en activo (profesores de teoría ya has tenido suficientes en la universidad) y que estarán disponibles para resolver tus dudas de forma individual.
Pregunta a otros alumnos de anteriores ediciones. Hoy en día esto es cada vez más sencillo gracias a las listas de correo y a los grupos de Facebook.
Cuando te hayas decidido apúntate y comprométete al máximo. Estúdialo a fondo, haz todos los ejercicios, pregunta a tus tutores todas las dudas que puedas tener y sácale todo su jugo.
En esta entrada te damos cinco consejos para que aproveches al máximo tu formación a distancia.
Si lo que te gusta es la traducción jurídica o la traducción económica y financiera, y tienes claro que quieres hacer de alguna de ellas tu profesión, tal vez podamos ayudarte.
Apúntate gratis a este taller. Compartiremos contigo una información muy valiosa.

Fran
Posted at 17:10h, 27 agostoExcelente artículo, muy bien explicado. Gracias por compartirlo. Saludos