¿Qué hacéis y cómo trabajáis los traductores?

¿Quieres echar un vistazo detrás del telón y conocer la profesión desde dentro? ¿Quieres saber lo bueno y lo no tan bueno de nuestro trabajo? Pues te lo vamos a contar. Sigue leyendo.

Hemos escrito un libro en el que lo contamos todo.

Pero todo, todo, todo.

Se llama:

Cómo vivir (muy bien) de la traducción. Lo que no aprendes en la universidad.

En el libro enseñamos muchas cosas, como estas:

  • Cuál es el camino más seguro para empezar y conseguir tus primeros clientes.
  • La hoja de ruta que te llevará a disfrutar de esta maravillosa profesión.
  • El método de los grandes traductores que te permitirá hacer realidad tu sueño.

De verdad, merece la pena si te interesa conocer cómo empezar en el mundo de la traducción y cómo llegar a desarrollar una carrera en esta maravillosa profesión.

En esta entrada te adelantamos algunas cosas que encontrarás en la segunda parte del libro. Como, por ejemplo, qué es lo que hacemos los traductores y cómo trabajamos.

Empecemos.

Qué hacéis los traductores

Pues los traductores traducimos. Simple, ¿verdad?

Bueno, pues no es tan simple.

Primero tenemos que ponernos de acuerdo en qué es eso de traducir. Y no creas que es algo tan obvio, pues no todo el mundo lo entiende igual.

Hay personas que piensan que los traductores nos limitamos a cambiar palabras que están en un idioma por palabras que están en otro idioma. Bien, esa es una forma de verlo, pero no es muy exacta. De hecho, eso lo pueden hacer las máquinas o incluso alguien que desconozca totalmente los idiomas.

Si solo hubiera que cambiar palabras de una lengua a otra bastaría con tener un diccionario para poder traducir cualquier texto. No se necesitarían conocimientos especiales, ni estudios, ni experiencia, ni nada.

Entonces, ¿por qué no traduce todo el mundo?

Traducir es algo un poco más complejo. Se trata de trasladar sentido —no palabras— de un idioma a otro. Y eso de trasladar sentido no es tan sencillo.

En primer lugar, porque quien traduce debe entender a fondo el sentido de lo que lee. Si no, no podrá nunca encontrar el mismo sentido en otro idioma.

Las máquinas no entienden lo que leen. Esto es evidente, pues no leen, solo escanean un texto buscando y localizando palabras o cadenas de palabras.

Aunque la traducción automática ha avanzado mucho, y seguro que lo seguirá haciendo, se enfrenta a un hándicap que tal vez sea insalvable, o tal vez no. Y es que, como decimos, las máquinas no entienden y, por lo tanto, no pueden trasladar el sentido de una lengua a otra, solo cadenas de palabras.

Por muy avanzadas que sean, por muy «neuronales» que se hayan vuelto, les falta algo que es esencial: la capacidad de entender lo que leen.

En el libro hablamos sobre esto con mucho más detalle y explicamos por qué no debes temer a la traducción automática. Haz clic arriba si lo quieres comprar.

Vale y ¿cómo se ejerce esta profesión?

Verás, la traducción puede ejercerse principalmente de dos formas:

  • Como freelance (trabajador independiente).
  • Como trabajador en plantilla (asalariado).

El nombre de freelance hace referencia a lo que en muchos países se conoce como contratista independiente, trabajador independiente o trabajador autónomo. Se trata de un profesional que se constituye legalmente en empresa —unipersonal— para ejercer una actividad económica o profesional.

En cada país hay unos requisitos legales diferentes que, por lo general, suelen ser fáciles de cumplir. Normalmente, en unas horas o unos días podrás realizar los trámites administrativos necesarios para comenzar a trabajar legalmente.

Ejercer la profesión como freelance es lo más sencillo, rápido y directo desde un punto de vista legal. También es la opción más rentable y más segura a largo plazo y el camino que elegimos la mayoría de los traductores del mundo.

Pero, ojo, no te confundas. Que sea lo más rápido para empezar no quiere decir que sea el camino más fácil.

En el libro te contamos con pelos y señales todo lo que tienes que hacer, paso a paso, para triunfar como traductor freelance.

Aunque no sea fácil, si sigues los pasos, no puedes fallar.

Y lo de trabajar en plantilla ¿qué tal es?

Ser trabajador en plantilla, es decir, estar empleado en una empresa u organización internacional con un contrato laboral no tiene ningún misterio.

Es un trabajo más por cuenta ajena. Presentas tu candidatura, pasas una entrevista o ciertas pruebas de selección y, si las superas, estás dentro.

Tendrás que firmar un contrato de trabajo por un tiempo determinado y comenzar cuando te digan. Ni los procesos de selección ni el trabajo en sí mismo tienen nada de particular o de diferenciador respecto a otros trabajos en plantilla.

La mayoría de los traductores del mundo ejercemos la profesión en la modalidad de freelance o trabajador independiente, razón por la cual no merece la pena extenderse mucho en explicar en qué consiste ser traductor en plantilla.

De todas formas, por si te interesa, hemos escrito dos capítulos en los que describimos las principales diferencias que hay entre estas dos formas de trabajar, así como los pros y los contras de trabajar en plantilla o de ser freelancer.

¿Quieres saber más sobre el libro? En este vídeo te lo presentamos.

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