Lo bueno de trabajar como traductores externos para muchos despachos de abogados es que tienes la suerte de poder ver materias diferentes en cada trabajo. Es verdad que la mayoría de los textos que solemos traducir tienen que ver habitualmente con el Derecho mercantil o los contratos, pero tampoco es raro que alguno de nuestros clientes, especializados en Derecho penal, nos envíe documentos tan interesantes como uno que recibimos hace poco. Se trataba de un dictamen jurídico (legal opinion) redactado por un prestigioso bufete inglés sobre la posibilidad de que una noticia aparecida en un periódico pudiera constituir un delito contra el honor.