¿Te ha ocurrido alguna vez que cuanto más lees un párrafo de un contrato menos lo entiendes? Si trabajas con contratos redactados en inglés seguro que esto te suena. Seguramente tu inglés es muy bueno y aún así encuentras cláusulas indescifrables. ¿Cómo es posible? No te preocupes, no te pasa solo a ti. En esta entrada vamos a darte algunas pistas para solucionarlo. Sigue leyendo.

Cada vez pasan por tus manos más documentos redactados en inglés. Tus clientes te traen contratos escritos en ese idioma para que les asesores. Tu inglés es muy bueno, pero hay tantos términos extraños y cláusulas oscuras en esos documentos que te crean una gran inseguridad. Temes perder clientes o no estar a la altura de lo que se espera de ti en el despacho. ¿Cuál es el problema?

¿Sabes lo que es un «cisne negro»? Con esta expresión nos referimos a aquellos acontecimientos que son muy raros, difíciles de predecir y que provocan un gran impacto en la historia. Como, por ejemplo, el Brexit.

¿Has oído hablar alguna vez de las firmas del Magic Circle? Con esta expresión coloquial se alude a los cinco despachos de abogados más importantes del Reino Unido, a saber: Allen & Overy, Clifford Chance, Freshfields Bruckhaus Deringer, Linklaters y Slaughter and May. Si quieres saber cómo redactan los contratos estas firmas, sigue leyendo.

Los contratos son, probablemente, los documentos legales más utilizados y, por tanto, más traducidos en todo el mundo. Tanto los traductores especializados en este campo como los abogados que asesoran a clientes internacionales se ven obligados a enfrentarse con frecuencia a estos documentos. En esta entrada te contamos algo más sobre los contratos anglosajones.