Dentro de unos días ―el próximo viernes 27 de septiembre, concretamente― impartiremos un taller práctico dedicado a la traducción de contratos EN > ES. El taller forma parte de las actividades del congreso X Aniversario que la asociación Asetrad celebrará ese fin de semana en Toledo.

Nuestra especialidad

La traducción de contratos es nuestra gran especialidad. Es verdad que traducimos casi todo tipo de documentos jurídicos y económicos, pero los contratos suponen la mayor parte de nuestro trabajo. Y la verdad es que nos encanta. En estos momentos, sin ir más lejos, estamos traduciendo un larguísimo contrato de financiación que supera las 160 páginas. No os decimos nada de su complejidad. Pero, es cierto lo que dice el refrán: sarna con gusto no pica. También hemos dedicado muchas horas a estudiar el Derecho contractual anglosajón y a buscar diferencias y equivalencias con nuestro Derecho. Nuestro artículo de La Linterna del pasado mes de junio sobre los tecnicismos en los contratos anglosajones que, por cierto, tuvo mucho éxito, recogía algunas de las cosas que hemos ido investigando sobre esta materia. En el taller veremos muchas más.

Tanto en los contratos anglosajones, como en otros documentos legales, es muy frecuente encontrar documentación o materiales adjuntos que aparecen recogidos al final de los mismos. Para referirse a estos documentos se emplean en inglés jurídico los cuatro términos mencionados en el título de este artículo de forma casi indistinta. Todos ellos podemos traducirlos en español por «anexos», que es el término más frecuente en nuestro idioma. Sin embargo, existen pequeñas diferencias en cuanto al significado y a la forma de empleo de dichos términos que vamos a estudiar a continuación.

Casi ha terminado el verano y volvemos a retomar, poco a poco, la actividad normal. Septiembre marca el inicio de una nueva temporada en la que todos tenemos muchos proyectos y la ilusión de aprender cosas nuevas. También nosotros tenemos muchos planes para este curso. Uno de los que más ilusión nos hace es volver a recibir nuevos alumnos en nuestro curso en línea de traducción jurídica y económica. Ya te contamos en este blog (aquí) que el curso se imparte en Cálamo & Cran, tiene una duración de tres meses y una carga lectiva y de trabajo individual de unas 60-70 horas. Está pensado para que puedas realizarlo totalmente en línea, en el horario que más te convenga, a través del campus virtual de Cálamo. Hasta la fecha llevamos ya tres promociones que suman algo más de treinta alumnos. Los hay que ya han terminado el curso, otros se encuentran llegando a su ecuador, pero todos nos transmiten muy buenas impresiones. Además de darnos una opinión muy positiva sobre los contenidos, nos hacen a diario un montón de preguntas que demuestran un enorme interés por la materia. Algunos de los que ya han terminado nos piden que hagamos nuevos cursos de especialización. Paciencia, todo llegará. Pero, ni qué decir tiene que estamos encantados. Esperamos poder recopilar pronto testimonios de los alumnos para que puedas conocer sus impresiones de primera mano.

Hemos terminado, hace pocos días, un apasionante curso de seis semanas de duración sobre el Derecho inglés (The English Common Law). El curso, impartido totalmente en línea por profesores de la London University, forma parte de los programas de formación abierta de Coursera y ha sido todo un hallazgo. Nos ha servido para profundizar en algo tan importante para nosotros —traductores jurídicos— como es conocer al detalle los pormenores del sistema legal del que parten la mayoría de los textos que traducimos. Nada más terminar el curso, y pensando en esto de la formación continua, nos ha venido a la mente otro de esos asuntos de los que queríamos hablar en este blog desde hace tiempo y que no es otro que el de la especialización de los traductores. Si hay dos cosas en las que creemos firmemente los miembros de este pequeño equipo y que, además, consideramos características esenciales de todo buen traductor, son éstas:
  1. La especialización en uno de los múltiples campos temáticos de la traducción.
  2. La capacidad de mantener una actitud abierta al estudio y no dejar nunca de aprender.

El concepto de tort, así como los de trust o equity, es uno de esos conceptos complejos de definir y explicar, y no menos de traducir. El problema, de nuevo, es la falta de equivalencia entre el sistema jurídico anglosajón, donde surge, y los sistemas jurídicos de países como el nuestro, donde no existe un concepto similar. Si queremos buscar algo similar en nuestro sistema legal tendríamos que acudir a la regulación de la «responsabilidad civil».

CalamoHace casi dos meses se puso en marcha nuestro curso en línea sobre Traducción jurídica y económica en Cálamo &  Cran. Las tres primeras convocatorias se cubrieron con bastante éxito. Desde luego, más del que esperábamos. La primera convocatoria se abrió el pasado 20 de junio y la última el 5 de julio. Así que, este verano, tenemos un total de 32 personas estudiando traducción jurídica con nosotros.

Los compañeros de Cálamo han hecho un trabajo estupendo montando nuestros materiales y ejercicios en la plataforma didáctica. No es por darnos “pisto” pero, como nos dijo hace poco Jimena Licitra, directora del Departamento de Servicios de edición y traducción de Cálamo & Cran, nos ha quedado un curso fantástico. Ella ha tenido también una buena parte de culpa, ayudándonos a corregir los contenidos y aportando muy buenas sugerencias de ejercicios. La procedencia de los alumnos es muy variada. Abundan los traductores (algunos consolidados y otros principiantes), pero tenemos también juristas, asistentes jurídicos de despachos de abogados y otros profesionales.